ORCOS

INFORMACION

Ciudad Orco

Origen

Entre ellos se consideran ‘Horr’ pero a ojos de otras razas se les llaman ‘orcos’. La estirpe orca vive en clanes y pequeños grupos al Sur del continente, proclamándose los amos de las tierras áridas inhóspitas. Gracias a su orgullo y destreza que encarnan, han logrado sobrevivir durante siglos.

Mattugur es el nombre que se le da al imperio orco. En su lengua simboliza poderío o dios. Hay un total de cuatro clanes que componen este imperio, cada uno de ellos rindiendo homenaje a un especie de espíritu animal o ancestro.

Rasgos

Rasgos físicos: Su cuerpo es más grande que cualquier otro humanoide. La musculatura es bastante notable por todo el cuerpo. De rostro feroz del cual destacan unos ojos rojizos y colmillos prominentes, a la par que una mirada fulminante. Su piel puede ser verde o negra. Suelen decorar su cuerpo con pinturas de guerra, según al ancestro cual representen o por el mero hecho de portar con orgullo su familia.

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Rasgos psicológicos: A simple vista parecen criaturas que carecen de cerebro, pues son bastante impulsivas. La inteligencia en estos seres no es su punto fuerte y se compensan orientándose con lo que les rodea, pues dependen mucho de la naturaleza y propios instintos de supervivencia.

Orco
Orco

Religión

No se rigen a ningún dios en especial pero si está bien claro que han sobrevivido mediante aquello que les rodea.

Sociedad

Como ya se ha mencionado antes, estos conviven en clanes y tribus que se expanden a sus anchas para así cazar grandes y mayores presas. Cada clan es liderado por un alfa y lo mismo ocurre con las pequeñas tribus. Cuando se acerca una guerra o enfrentamiento, los distintos grupos se reúnen bajo una misma fortaleza para planear estrategias y asegurar una victoria para los suyos. El bienestar y la prosperidad de su raza es lo más importante ante todo.
Claramente, hubieron orcos que decidieron exiliarse, bien por distintas creencia u otras ambiciones.

Uno de los grupos que marcharon y acabaron en el remoto Exilio que conocemos, se dejaron cegar por el ansia de poder y corrupción que albergaba una zona en especial. Los años y los susurros que pudrían sus mentes, acabaron por crear lo que a día de hoy son los Van’Ghoul, bestias sin raciocinio alguno que mataran sin honor alguno todo aquello se les pase por delante. La magia extraña corrompió sus mentes, devorando sus cerebros y agudizando los instintos más primitivos.

HISTORIA AMPLIADA

Allá donde nadie quiso plantar su bandera, encontrarás esta peculiar raza. ‘Horr’ es como se llaman entre ellos pero en las bocas de otros se les hace llamar ‘orcos. Decenas de clanes son las que forman estas inhóspitas tierras sureñas, repletas de rocas y arenisca hasta los más remotos rincones. Entre ellos destacaba Gor’Truk un líder honorable que representaba a toda su estirpe. No se les conoce por su abundancia en el continente sino por su hostilidad frente a los desconocidos. Cuando los humanos quisieron expandir sus dominios hacia el Oeste, allí estuvieron los orgullosos ‘horrs’ para demostrar quienes mandaban, jamás dejarían que unos seres tan escuálidos pusiesen una mano sobre ellos y menos someterlos a la dura esclavitud.

Gor’Truk era líder de ese imperio orco, pero él no era nadie sobre el resto, tan solo un simple portavoz que defendía a su gente. Dentro del imperio Mattugur, que en su lengua simboliza poderío o dios, se pueden encontrar un total de cuatro clanes. Cada clan representa un ente que equivale al espíritu de un animal ancestral. No sé sabe bien cual es el verdadero origen de estas criaturas corpulentas. Las razas ajenas piensan que provienen del mismísimo infierno, pues las pocas que se han enfrentado y salido con vida para contarlo, juran haberles propinado hachazos y a pesar de no tener manos o vista, seguían matando y arrasando como si les fuese la vida en ello.

Lo que realmente pasó transcurrió hace siglos, cuando aun eran escasos ‘horrs’ los que habitaban las orillas del Oeste. En aquel entonces tan solo eran elfos y orcos los que merodeaban el continente. Un viejo y sabio chamán, Za, temía por su gente, pues tarde o temprano aquellos seres de orejas afiladas acabarían por erradicar su propia especie. Se trataba de quien era el más fuerte y claramente, el débil le seguiría un destino obvio, la muerte. Za no se quedó quieto y dio un paso adelante frente, dando cara a las llamas y lanzas de sus mortíferos y sigilosos enemigos. Con una garra de oso en mano, exclamó su furor y cólera frente a los elfos, propinándose un corte en la palma de su mano diestra:

‘¡Espíritus del más allá! ¡Guardianes de nuestra cordura! ¡Os llamo una vez más para que nos cedáis vuestro poder.! ¡No queremos depender jamás de nuestros padres para superar nuestros miedos y enemigos, así que obsequiarnos vuestros dones para el resto de nuestros días, para nuestros hijos, nietos y porvenir! ¡Rendiremos gloria y honor a vuestros pies! -Un aura envolvió al individuo, pues aquel pacto llamó la atención de algo desconocidos. Za entonces se arrodilló y gritó con furia.- ¡Poderoso Shakab, gran águila de los cielos eternos, te entrego mi vista para que así mis hermanos juzguen y avisten a sus enemigos. Que tus ojos sangre sirvan para algo más que apenarse por nosotros! ¡La temible Gajarpan! ¡Te entrego mi sangre mortal, pero a cambio quiero que entreguéis vuestra presencia voraz y esas fauces que espantan a vuestros enemigos.! ¡Arau el Majestuoso! ¡Colosal Oso de las cavernas, fuerte y robusto como las montañas y cordilleras que pisamos! ¡Te entrego mi cuerpo a cambio del vuestro y su resistencia imparable!..¡Y que no falte Ujak! ¡El cazador eterno que acaba con todas sus presas! ¡Te entrego mi alma y la de toda mi gente! ¡Que tus garras y audacia nos permita luchar sin miedo alguno!’

Tras ese acontecimiento, elfo alguno volvió a pisar esos terrenos al Sur, pues se dice que ningún ejército volvió a los bosques, ni un mero susurro en los vientos que alertase a los impacientes elfos. Los horr ahora más temibles que nunca, eran el peor enemigo para cualquiera que se presentase a ellos. Pues tenían la fuerza y corpulencia semejante a la de un oso, los ojos sangre y fulminantes como la de una rapaz que observa desde los cielos, el color de piel y fauces como la de una víbora letal y finalmente, la cólera y rabia como la de un huargo.

Los orcos se adaptaron con mayor facilidad a sus tierras, siendo ahora los cazadores más temidos del continente. Da igual si ante sus morros se les planta un dragón o una manada de ellos, estos con firmeza y audacia arremeterán contra ellos una vez y las que hagan falta con tal de obtener un trofeo, el cual portar con orgullo en sus vestimentas o morada. Hasta que el último aliento escape de sus labios, serán fieles a sus ancestrales guardianes, aquellos cuales portan en sus propias carnes.

Realizan a menudo rituales y danzas excéntricas con tal de agradar a sus temidos ancestros, llevándoles trofeos tales como cabezas, dientes o pieles. Como es de costumbre, no todos albergaban la misma creencia de un guardián a otro. He aquí el origen de los distintos clanes orcos:

Shak’Garr: clan del Todopoderoso Águila, alberga aquellos orcos que se inclinan más hacia el misticismo. Son quienes dedican su tiempo y paciencia a rendir culto hacia la sabiduría. Buscarán e indagarán todo cuanto les rodea, haciéndolos imparables aventureros que observan todo a su paso. Llega tal punto el cuanto adoran lo que les rodea, que harán lo posible para adaptar sus vestimentas al entorno, camuflándose e integrándose para pasar desapercibidos.

Gajar’Garr: clan de la temible Víbora. Jamás se les fue otorgado el veneno a esta raza, pues Gajarpan es una víbora imponente que engaña a sus enemigos con la apariencia. Los que componen este clan se inclinan más hacia la alquimia y los rituales antiguos. Anhelan el poder confeccionar venenos más letales que la propia hoja de un filo. Sus vestimentas serán más extravagantes y llamativas, tal y como haría una víbora, para así espantar a sus depredadores.
(La creación de venenos siempre será supervisada por el staff, con sus respectivos riesgos).

Ara’Garr: clan del Oso Anciano. Son verdaderos guardianes de su estirpe, siendo aquellos los cuales se especializan en aumentar su resistencia y mentalidad frente a un combate. Allá dónde veáis una batalla sangrienta e interminable, los Ara’Garr sostendrán escudo y palmas desnudas si hiciese falta para llevarse por delante a sus enemigos. Auténticos berserkers que embestirán cualquier cosa por delante.

Ujak’Garr: clan del Feroz Huargo. Desde jóvenes emprenderán una senda que estará repleta de entrenamientos y muerte. Pondrán a prueba su agilidad y destreza con las armas, pues serán los encargados en hundir su hoja y fauces en sus temibles enemigos. Sin duda es el clan que mejor se adapta a la guerra, pues tienen una maestría con las armas y el combate inigualable.

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